A flor de piel...

Hoy no es un viernes cualquiera, me tiemblan las piernas, se me eriza la piel y esbozo una sonrisa -vale, sí, y asoma la lagrimilla- cuando pienso en que la semana que viene ya no seré la única de mi grupo de amigas en experimentar esta aventura.

Quisiera tanto estar ahí, haber estado cada día para apoyarte, para aconsejarte durante el embarazo -aunque no te hubiera hecho falta porque lo has llevado fenomenal campeona-. Dentro de nada comienzas una etapa nueva de tu vida, tan dura y tan bonita a la vez que es difícil de explicar, pero tú eres fuerte y vas a poder con todo. Vas a ser la madre más maravillosa del mundo, igual que la que te dio ejemplo y a la que sé que adoras.

Que sepas que voy a estar contigo, estoy contigo, pese a estos dichosos 250 km que nos separan -que no son naita-. Pero ya sabes, respetando siempre. 

Eso es algo que notarás que la gente a veces olvida, respetar el espacio, pero es por infinitas ganas de estar con vosotros en estos momentos, no es por otra cosa, la emoción les puede hija. Pero ya sabes que yo soy de las prudentes, solo tienes que decir ven y yo -como en la canción- lo dejo todo, organizado claro. Por el hecho de no estar quemando el teléfono a llamadas no creas que no estoy, sé que lo sabes.

Tengo un grupo de amigas que vale un tesoro.

Y a todas y a cada una de vosotras os cuido todo lo que puedo -aunque sé que os merecéis más-.

Puede que no esté en todos los momentos de vuestras vidas, pero sí procuraré estar en los más importantes -si queréis contar conmigo claro, no os obligo, que puedo ser muy pesada a veces-

Y ya aprovecho el novelón y os doy las GRACIAS.

Por estar ahí en mis momentos importantes, porque lo valoro muchísimo.

Y por hacerlos aún más especiales si cabe.

Soy una sentimental, ya me conocéis, jeje, es lo que hay.

Os quiero chicas.

Y E, ya tengo preparao el petate que yo tengo que verte antes de que llegue el peque si o sí, así que hazme un huequito en tu agenda que te rapto mañana un rato.