La semana pasada os conté -ver aquí- que me iba de pendoneo a Barcelona con mi amiga Feli del alma -debería haber elegido otra amiga porque vamos no ligué nada de nada, ellas se los llevaba todos, qué manera de aplastar mi autoestima-.
Lo pasamos de vicio, y eso que apenas vimos un par de calles de Barcelona, pero eso sí, hemos cotorreado hasta la madrugada, nos hemos reído muchísimo y bueno, todo aderezado con vinitos, tapeítos y demás -prometo crónica detallada en mi otro blog-
Lo pasamos de vicio, y eso que apenas vimos un par de calles de Barcelona, pero eso sí, hemos cotorreado hasta la madrugada, nos hemos reído muchísimo y bueno, todo aderezado con vinitos, tapeítos y demás -prometo crónica detallada en mi otro blog-
Pues a lo que iba...le llevé un regalito para sus dos polluelos franceses hecho con la última neurona viva que me queda, eso sí, empapado de cariño oiga -que de eso me sobra-.
Y como alguna estaba intrigada del contenido del sobrecito sorpresa, he aquí el resultado...
-Un par de láminas para poner en sus cuartos respectivos-
No sé si a los peques les habrán gustado pero a mí me entusiasmó hacerlas ;-)
¡Felicidad doble hoy que es viernes!