Resultado bodil

¡Pues sí! la boda pasó y -con peque y todo- lo pasamos genial.

Era la primera boda a la que iba con el gordito pelón -entendedme, me invadió el pánico- y lo cierto es que el tío, lejos de llorar, montar escenas y demás...se relacionó con todo el mundo, no extrañó nada cuando fue rodando de mano en mano, al contrario, a carcajada limpia todo el rato.

Se echó un par de siestas -en el momento justo- que nos dejaron almorzar y luego bailar, comió sin problema y merendó -viendo corretear a los demás niños- sin ponernos de fruta hasta la nariz -como habitualmente-...vamos ¡un campeón!.

Conforme iba pasando el día, mi pechera iba creciendo y terminé cual gallina orgullosa de su polluelo, si me lo cuentan no me lo creo. Con mil vatios de música dentro de un saloncito medio y la gente gritando/bailando/desfase total y mi gordo frito!...este niño está insensibilizado para futuros eventos.

Y voilà, asi quedó mi "outfit bodil apto para enanos"

-los tacones me los cambié a la hora del baile por unas bailarinas del mismo color super fashion de doce euritos hiper cómodas-

¡Feliz lunes!