¿Qué es lo primero que suele venir a la cabeza de
una primeriza cuando se pronuncia la palabra “parto”?
Cuando llegamos a la clase ésta fue la primera pregunta que hizo la matrona…y casi todas coincidimos: miedo, dolor, incertidumbre.
Cuando llegamos a la clase ésta fue la primera pregunta que hizo la matrona…y casi todas coincidimos: miedo, dolor, incertidumbre.
Y
¿qué es lo primero que os viene a la mente cuando hablamos de “contracción”?
Principalmente dolor.
Principalmente dolor.
Esas fueron las respuestas, y son totalmente
normales. Tened en cuenta que una primeriza jamás ha pasado por ese momento,
pero todas hemos escuchado historietas de nuestras madres, vecinas, amigas,
primas, tías…comentando lo doloroso que es, lo “verduleras” que nos volvemos y
que la “santa epidural” hay que pedirla y si no ¡prepárate para casi morir – ¡menuda
ayuda!.
La
frase que hizo que “cambiara el chip” fue:
<Nosotras
somos las únicas que podemos contribuir al nacimiento del bebé>
Cuando te das cuenta que el parto es la primera responsabilidad y quehacer como madre, y que el cómo te enfrentes a él influirá en la manera que tenga tu bebé de nacer…todo es distinto.
Es
muy importante: RELAJARSE en la
medida de lo posible.
Para esto podemos servirnos de varios medios a nuestra disposición en el
hospital…
- Respiración: Olvida las películas y
la respiración esa obsesiva y rápida que aparece en ellas, es todo FALSO. Hay que tratar de respirar
tranquilamente, hondo y despacio (cierra los ojos, intenta relajar tu cuerpo y
respira sintiendo como el oxígeno colma tus pulmones).
Las contracciones harán que os
canséis mucho y las “pausas” entre unas y otras debéis descansar y relajaros al
máximo para coger fuerzas para la siguiente contracción.
- Cambios de postura: No conviene quedarse
siempre en la misma posición, si te apetece cambiar de postura hazlo. Ponte de
pie, de lado, flexiona las piernas, múevete si te apetece. Siempre ten en
cuenta que la verticalidad (gravedad) te puede ayudar.
- Uso de
pelotas u otros objetos: Hay algunos hospitales en los que hay pelotas donde poder sentarse y
aliviar la presión en el suelo pélvico, úsalas si te apetece y las facilitan.
También puedes llevarte música relajante si te ayuda a afrontar mejor el
momento, o también una ducha templada nos puede ayudar a relajarnos.
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