Señoras y señores, no nos engañemos y despertemos a la realidad, hoy os voy a "iluminar" sobre un tema que es de cajón: la maternidad no es matemática.
Aunque muchas veces queramos encajarla en un molde, sentar bases, medir formas de hacer las cosas, dar consejos sobre lo que es mejor en cuanto a colecho, teta, educación y demás...no lo intentéis, no hay normas ni manuales de instrucciones y jamás los habrá, eso es así.
Por más que leáis libros de supuestos "expertos" en el tema, que dan charlas y llevan años estudiando procesos maternales, podréis obtener conclusiones sobre una generalidad, pero para nada os creáis que sientan cátedra, porque no.
No existe la "mejor" forma de educar,
No existe la "mejor" forma de enseñar a dormir,
No existe la "mejor" forma de afrontar una situación personal con tu hijo por medio...
Y es que en el mismo instante en que nace tu hijo comienza VUESTRO proceso de aprendizaje, es como saltar al vacío sin red y con unas alas de cartón, todas nos damos el batacazo al principio pero todas nos ponemos rápido las pilas y empezamos a aprender cómo convivir de la mejor manera posible sin volvernos locos.
Por supuesto la generalidad siempre ayuda, pero después de leer libros, webs, internet, blogs...me doy cuenta de que ninguno tiene la razón al 100% y así hay que tomárselo.
Habrá niños que necesiten más disciplina y otros que son más obedientes sin más, habrá niños más independientes y otros que necesiten un abrazo cada minuto, habrá niños que anden a los 9 meses y otros que no lo hagan hasta los 13,...pero eso nunca significa que unos sean mejor o peor que otros ni que la misma "cátedra" sirva para todos igual, en absoluto.
Nosotros somos los adultos, y nos guste o no, nos toca la parte de decidir con lógica y cariño lo que es mejor para ellos, y la mejor forma creo que no es siguiendo a raja tabla lo que diga un señor en una hoja de papel -por muchos premios que tenga o no- sino adaptar todos esos conocimientos y experiencias que lees a TUS circunstancias personales, sopesar, y amoldarlas en función de lo que consideras que es mejor para tí, para TU hijo, en definitiva, para la familia.
Nosotros somos los adultos, y nos guste o no, nos toca la parte de decidir con lógica y cariño lo que es mejor para ellos, y la mejor forma creo que no es siguiendo a raja tabla lo que diga un señor en una hoja de papel -por muchos premios que tenga o no- sino adaptar todos esos conocimientos y experiencias que lees a TUS circunstancias personales, sopesar, y amoldarlas en función de lo que consideras que es mejor para tí, para TU hijo, en definitiva, para la familia.
Nos equivocaremos, claro, pues rectificamos y seguimos aprendiendo, sin más dramas que así es la vida.
En definitiva,
historietas encontrarás cientos
pero la gran realidad
es que la fórmula la tienes que encontrar TÚ